miércoles, 30 de noviembre de 2011

Cambio

Cambio Sebastián Mardones
Ese día había sido todo normal, me levanté, fui al colegio y regrese a mi casa, ahí estaba mi mamá cocinando. Mi hermano que no iba a clases desde hace unos días estaba jugando en el computador, mi mamá me dijo que no me cambiara de ropa, para que la acompañara a un colegio que estaba cerca de la casa, a preguntar si aceptaban a mi hermano.
– ¿Sólo cambiaras a mi hermano? – pregunté.
Ella no dijo nada, salimos de la casa, nos fuimos caminando.
– ¿A mí no me cambiara, verdad? – volví a insistir.
– No, cambiaré sólo a tu hermano – respondió.
Cuando llegamos nos sentamos a esperar a la directora, luego de unos minutos nos atendió, al entrar en su oficina mi mamá le entrego mis notas y el informe de personalidad. Me enojé con ella, yo no quería cambiarme, se me pusieron los ojos llorosos.
– No llores – dijo la directora – aquí vas a conocer nuevos amigos.
Traté de controlarme, me sequé las lágrimas, para demostrar que estaba bien.
En el momento que íbamos de vuelta a la casa, no le dije ninguna palabra a mi madre, al llegar me encerré en mi pieza y comencé a llorar.
Mi madre abrió la puerta.
– Tranquilízate en una semana estarás acostumbrado – dijo.
– ¡No quiero que me hables, eres una mentirosa!– dije.
– ¡Insolente! Soy tu madre y merezco respeto – dijo mientras salía de mi pieza.
Al final terminé aceptándolo, no por mí, ni por mi madre, si no por mi hermanito, para que volviera al colegio y no volviera a pasar por lo que pasó.

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